viernes, enero 31, 2014

Moneda VIRTUAL: Bitcoin: ¿la moneda que no fue? - ¿Que es?

ALAI, América Latina en Movimiento. - María Cristina Rosas. - El pasado 6 de diciembre, el Banco Central de la República Popular China prohibió a sus instituciones financieras involucrarse de manera directa o indirecta en transacciones relacionadas con los bitcoins, al mismo tiempo que enfatizó la importancia de fortalecer las medidas en torno al dinero virtual. Se trata de la primera ocasión en que la RP China, el mayor mercado para los bitcoins, toma medidas precautorias sobre la base de que “el bitcoin no es una moneda con significado real y tampoco goza del mismo estatus que una divisa.”1

Otros países también han mostrado su escepticismo en torno a los bitcoins, los cuales se pueden usar para intercambiarlos en línea por dinero real, o se les puede emplear igualmente para comprar bienes y servicios en la red. A Francia, por ejemplo, le preocupa su volatilidad e inestabilidad, al igual que la inexistencia de regulaciones por parte de las autoridades, dado que no hay un banco central que respalde su emisión. Por lo tanto, tener bitcoins no es una inversión confiable, porque así como su precio puede subir dramáticamente, también se puede desplomar. Basta mencionar, por ejemplo, que cuando la China anunció la medida descrita, el precio del bitcoin que se cotizaba en 6 mil 790 yuanes (unos mil 143 dólares), bajó a 4 mil 500 yuanes en una hora, con lo que se depreció en un 35%. Más tarde escaló a 5 mil 500 yuanes.2 Empero, con el ejemplo referido, es claro que el bitcoin es un medio de cambio dotado de un alto nivel de incertidumbre. Antes de continuar, es importante explicar qué es el bitcoin y por qué genera reacciones tan encontradas.

lunes, enero 27, 2014

Celac respalda reclamo sobre Malvinas argentinas y rechaza bloqueo económico a Cuba

AVN.- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)aprobó la noche de este domingo una resolución en apoyo al reclamo legítimo de la República de Argentina sobre las Islas Malvinas y, de igual forma, un documento en rechazo a las medidas económicas coercitivas impuestas de manera unilateral por Estados Unidos, mediante el bloqueo, contra la República de Cuba.

El anuncio lo efectuó este domingo el vicecanciller de Cuba, Abelardo Moreno, desde la Sala de Conferencias de la Celac en La Habana, donde ofreció detalles sobre los puntos de la Declaración de la Celac, que ya fueron aprobadas por los representantes de los 33 países miembros de la comunidad.
“Hemos aprobado con mucha fuerza el apoyo al legítimo reclamo de la República Argentina en el proceso de disputa de soberanía por las Islas Malvinas”, apuntó Moreno.
“También se ha ratificado el rechazo de la Celac a todas las medidas económicas coercitivas contra la región, como es el bloqueo contra Cuba. En la declaración también se rechaza la inclusión de Cuba en la denominada lista de países terroristas impuesta por el gobierno de Estados Unidos de manera unilateral”, informó el diplomático
El vicecanciller cubano comentó que, además la declaración de la Celac, a la que le faltan sólo siete párrafos por discutir, se destaca el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y la necesidad de que sea un tema obligado para discutir en el cónclave, debido al compromiso que tiene la región de lograr “la eliminación total del colonialismo en la región sobre la base de la resolución 1514 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”.

viernes, enero 24, 2014

Presidenta argentina confirmo su participación en la cumbre de la CELAC


(Télam) La presidenta argentina Cristina Fernandez confirmó que asistirá este viernes a la Cumbre en La Habana, Cuba, y cuestionó las versiones difundidas por algunos medios acerca de su presunta ausencia. 

Cristina lo expresó al saludar a los miles de militantes que acompañaron el acto que encabezó en la Casa de Gobierno, a quienes le expresó: “Si dios quiere en unos días más salimos para Cuba para ir a la cumbre de CELAC, la misma que decían que se postergaba por la salud de Cristina"


En ese sentido, Cristina aclaró que “lo cierto es que teníamos una reunión en Caracas (MERCOSUR) y a la otra semana en Cuba, pero como los del Sur teníamos que ir y volver pedimos hacerlas seguidas, pero al final no se pudo por problemas de uno de los países”.

CELAC en La Habana: el desafío de construir una agenda propia y un destino común

Aram Aharonian- -ALAI AMLATINA, 01/2014.- La próxima cumbre de presidentes plantea la interrogante de si la Comunidade Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), tendrá la capacidad de combinar todas las energías superpuestas en la región, dándoles un sentido homogéneo, considerando sus similitudes y diferencias, sus cambios y adaptaciones, en un escenario donde conviven procesos con medio siglo de vida como la Comunidad Andina (CAN), y otros como la propia CELAC, con apenas dos años de vida.
Si bien en el comienzo de la segunda década del siglo 21, América Latina y el Caribe se presentan ante el mundo con una intensidad de relaciones entre sus estados superior a la alcanzada en cualquier momento de sus 200 años de vida independiente, la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez (sumada a la anterior desaparición del expresidente argentino Néstor Kirchner), parece haber dejado al proceso integrador regional sin su principal locomotora.

Más allá (o más acá) de la declamación sobre el legado de los Libertadores, el sistema integrador regional no pasa por su mejor momento, con el desmantelamiento de la CAN, el éxito de la derecha paraguaya en frustrar las esperanzas de que la presidencia pro témpore en manos –por primera vez- de Venezuela marcara los caminos de un renovación del Mercado Común del Sur (Mercosur), las enormes dificultades de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en consensuar la designación de un secretario general, y la ofensiva conservadora con formatos de integración dependientes como la Alianza del Pacífico, como ejemplos.

Lo cierto es que el lanzamiento de la CELAC da cuenta de un profundo cambio en la región, que se permite buscar su propia agenda y orientar su destino, sin copiar otros modelos de integración. La economía de los 33 países de la CELAC constituye la tercera más grande y potente a nivel mundial con 6,06 billones de dólares y su producto interno bruto (PIB) en 2012 creció en un 3,1%.

En la última década se concretó en la región una ampliación de los objetivos de lo meramente comercial a propuestas de orden cultural, productivo, social y ambiental. Mercosur, ALADI, CAN y SICA dan cuenta de esta nueva realidad, mientras que UNASUR y CELAC se muestran como una propuesta en otro nivel, que incluye a las anteriores. Sólo la ALBA plantea un modelo distinto de comercio, basado en la solidaridad, reciprocidad y transferencia, pero se trata también de un esquema lanzado con la idea de ser combinado con otros procesos de integración de la región.

Si bien en los procesos regionales de integración se observa una fuerte y constante presencia del componente intergubernamental y del peso decisivo de las figuras presidenciales a la hora de definir las políticas, con la regla (no siempre efectiva) del consenso, débiles institucionalidades que no parecen afectadas por las diferencias ideológicas sino por trabas burocráticas, alejadas de las necesidades, parecen trabar la potencialidades de los procesos.

Para estos proyectos que trascienden las posibilidades nacionales y subregionales es imprescindible afirmar el proyecto de la CELAC, buscando coincidencias, coordinando los esfuerzos de los diferentes organismos subregionales y actualizando y renovando la arquitectura institucional –un poco errática– que se viene construyendo en América Latina y el Caribe hace ya más de 50 años.

Se trata de espacios vigentes, que compiten en un permanente juego de diferenciación y complementación, pero que trabajan todos en la construcción de nuevas relaciones e identidades –andina, centroamericana, caribeña, suramericana-, todas ellas superiores a las identidades nacionales y englobadas en el planteo de un subcontinente unido, en democracia, paz e igualdad.

América Latina y el Caribe, el tercer mayor productor de energía eléctrica y el entorno de mayor diversidad biológica del planeta, alberga casi la mitad de los bosques tropicales del mundo, el 23% de las áreas forestadas, más del 30% de toda el agua dulce disponible y aproximadamente, el 40% del total de recursos hídricos renovables. Allí, estados de la región como Ecuador, Venezuela y Bolivia han recuperado el control de sectores estratégicos, y destinan esos ingresos a áreas como la educación, la salud y la alimentación.

Lo previsto para La Habana
El documento central a firmar en la cumbre que se celebrará en el edificio Pabexpo, recinto ferial del Palacio de Convenciones de La Habana, el 28 y 29 de enero, sucederá al de 73 puntos suscrito en Santiago de Chile en enero de 2013, el cual fijó el rumbo para la integración política, económica, social y cultural de la región, acorde con su tiempo.

Durante el último año, bajo la presidencia cubana, han tenido lugar varias reuniones sectoriales a nivel ministerial con agendas centradas en las prioridades de la región, además del acercamiento a estados y bloques regionales de otros continentes como Rusia, China, Japón, Corea del Sur y el Consejo de Cooperación de los Países Árabes del Golfo.

Entre los importantes encuentros de 2013 figuran uno de los ministros de Cultura, realizado en Paramaribo, Surinam, en marzo último, y el primer foro de ministros de Educación, que tuvo por sede a La Habana en abril. La lucha contra el analfabetismo, la formación de personal docente, la calidad de la educación básica, la atención a la primera infancia, los indígenas y los afrodescendientes ocuparon importantes espacios en los debates.

La capital ecuatoriana, Quito, también fue ese mes escenario de un encuentro sobre medio ambiente y desarrollo sostenible, y recientemente acogió a los ministros de Finanzas, quienes conciliaron las propuestas que en esa materia presentarán los mandatarios ahora en La Habana, con medidas orientadas a prevenir los efectos de la crisis económica y financiera internacional sobre las economías de la región, e ideas sobre una arquitectura regional acorde a las particularidades y necesidades de América Latina y el Caribe.

Asimismo, se desarrollaron reuniones sectoriales en materia de erradicación de la pobreza, salud, cultura, reducción del analfabetismo, desarme nuclear, migración, cooperación, ciencia y tecnología, gestión de riesgos y desastres naturales, energía, agricultura familiar, empleo juvenil y preferencias arancelarias

Concertar posiciones comunes para impulsar planes sociales contra el hambre y la pobreza, teniendo como norte la soberanía alimentaria y una integración con piso social de justicia, igualdad y equidad, figuran entre los temas más importantes de la Cumbre habanera. Otros temas previstos son los de la descolonización y la defensa de la región, además de la superación de conflictos que subsisten entre varios países.

Además, los Estados presentarán sus planes de acción para paliar y solucionar las deudas sociales del continente. Hace un año en la Cumbre de Santiago de Chile los mandatarios se comprometieron a promover la seguridad alimentaria y apoyar iniciativas internacionales como el Desafío Mundial Hambre Cero y América Latina y el Caribe sin Hambre 2025.

La dura tarea de la construcción
Construir la CELAC como una comunidad que integra a distintas subregiones y países -México, Centroamérica, el Caribe y Sudamérica- y como un actor imprescindible en un mundo configurado por bloques, haciendo compatibles y asociables los distintos proyectos y la diversidad de enfoques tanto en lo que se refiere al modelo interno de las naciones como a su grado y forma de inserción en la economía Internacional, es una labor histórica que está y estará plagada de vallas, y donde será necesario apelar a altas dosis de voluntad política, pero también de creatividad, imaginación y perseverancia.

La decisión de conformar un espacio común latinoamericano-caribeño para catapultar un sustantivo aumento de los intercambios y el comercio entre sus integrantes, delinear políticas comunes que lleven a mejores infraestructuras, incentivar políticas productivas -industriales y tecnológicas- compartidas y complementarias, así como planes educativos, sociales, ambientales y culturales comunes, sería la demostración necesaria de que no se trata sólo de utopía, sino el trazado de una ruta que confirme que es posible comenzar a desarrollar políticas públicas regionales.

El paisaje de esta reinvención latinoamericano-caribeña está marcado por la declinación de una Europa sumida en una persistente crisis, la abrupta caída de la credibilidad de Estados Unidos, los sorprendentes cambios político-económicos chinos y la supervivencia de un sistema económico mundial generador de desigualdades e inequidades.